Por MK Robert Ilatov.
Palabras escritas en octubre de 2011.
El pasado mes de julio, tuve la oportunidad de visitar en compañía de mi amigo el Sr. Shlomo Hizak, al pastor Efraim Valverde III y la iglesia Filadelfia en Salinas, California. Quisiera mencionar que he estado en diversos lugares del mundo y he visitado Estados Unidos varias veces, pero en todos mis años nunca había tenido una bienvenida tan cálida como la que tuve en esta iglesia. ¡Necesitamos conocernos mejor!
Lo que vi de su comunidad en América me gustó mucho, hicieron todo lo posible para que me sintiera como en casa, nunca me sentí como un extraño sino como uno de sus familiares. También me recibieron con la palabra hebrea Shalom, y nos dimos ese saludo que significa “Paz”. Ese es el anhelo más grande de nuestro pueblo, que tengamos paz con nuestros vecinos y paz con todos los que estén cerca o lejos de nosotros. Un día quisiera ver a toda la comunidad de habla hispana que visite Israel, el pueblo de Dios, ya que Jerusalem es el centro espiritual del universo y su destino es ser casa de oración para todas las naciones.
“Yo los llevaré a Mi santo monte, y los recrearé en Mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre Mi altar; porque Mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos” (Is. 56:7).
Lo que me preocupa como miembro del Parlamento Israelí, son nuestros valores, es por eso que soy miembro de la “Asamblea de Cristianos Aliados”. Estudiamos la Biblia y tenemos un sentido de lo correcto e incorrecto, así que tenemos una base común para el diálogo. Cuando vine a Israel de Uzbekistán, Rusia -anteriormente fue la Unión Soviética-, yo tenía 14 años, pero gracias a mi familia tenía implantada una fuerte identidad Judía. Mi educación en Israel, sirvió para engranar aún más esta identidad que traía en mí. En Israel, ya sea Israelí secular o religioso, los dos estudian la Biblia en las escuelas. Nuestra Asamblea de Cristianos Aliados en el Parlamento, tiene miembros de todos los partidos políticos. Nuestra historia común y el destino es lo que nos une, a pesar de nuestras diferencias políticas.
Veo a otros cristianos que estudian la Biblia como lo hacen ustedes, existen personas que tienen valores comunes y comparten nuestro amor por la tierra y el pueblo de Israel. De acuerdo a un estudio realizado por el Proyecto Israelí y publicado en enero del 2011, latinos estadounidenses apoyan a Israel por el mejor de cinco a uno. Es hora de construir sobre este apoyo y llegar a conocer más acerca de nuestras comunidades respectivas y lo que las une. No solamente traerá más apoyo a Israel en el mundo, sino que sirva para despertar un interés en la Biblia y, por consecuencia, esto aumentará el respeto por nuestros valores fundamentales, los cuales están glorificados en los DIEZ MANDAMIENTOS.
“Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte del Señor, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en Sus caminos, y andaremos por Sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la Palabra del Señor” (Miq. 4:2).
MK Robert Ilatov.